En algún momento o situación uno se ha sentido enfermo y ha evaluado si debe ir al trabajo o no, y esto puede originarse debido a que cotidianamente uno se encuentra en el trabajo a dos tipos de personas, a las que asisten a laborar estando mal de salud, y a personas que al menor malestar informan su ausencia al trabajo. Ante esto, es importante que como trabajadores nos mantengamos en el medio, no pedir permisos si es que la situación no lo amerita y no exponerse a trabajar en malas condiciones de salud.
Riesgos de asistir a laborar enfermo
Asistir al trabajo estando enfermo, con gripe o tos, puede ocasionar un alejamiento o disgusto por parte de los compañeros de trabajo, quienes no se sentirán cómodos en reuniones, actividades o labores grupales.
Asimismo, acudir al trabajo en mal estado de salud puede ocasionar el presentismo laboral en una persona, es decir que no sea productivo al acudir a su trabajo, logrando que tenga más probabilidades de cometer errores y estar menos alerta en las actividades.
¿Cuándo decidir si se debe acudir o no al trabajo?
Dado que la determinación de un malestar o padecimiento de un trabajador (antes de asistir a trabajar) puede ser algo subjetivo sin antes haber asistido a un médico, lo que se sugiere es:
- Avisar oportunamente de la enfermedad. Si los síntomas son visibles días antes, es importante comunicar los malestares al jefe inmediato.
- Durante la comunicación se debe explicar los motivos de la ausencia al trabajo. Se debe informar por que la enfermedad impide que uno pueda desarrollar sus actividades diarias.
- No exagerar síntomas de una enfermedad. Si solo son ligeras molestias que no interfieren con las labores no se debe exagerar para obtener un descanso, ya que, al descubrirse la mentira uno deberá asumir las consecuencias de sus actos.
Reflexiones finales
Es importante analizar la situación antes de decidir asistir o faltar al trabajo. Si uno padece malestares o síntomas de alguna enfermedad que dificultarán las actividades laborales es importante avisar al trabajo y acudir al médico en busca de tratamiento. Por otro lado, faltar al trabajo sin mostrar evidencias del malestar o enfermedad puede resultar negativo para el historial laboral.
Mentir para sacar provecho de un descanso puede perjudicar a quién verdaderamente esté enfermo.
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